viernes, 30 de diciembre de 2011

RESEÑA SOBRE POESÍA QUECHUA

  

                 
 BREVE  RESEÑA  SOBRE  LA  POESÍA  KICHUA
                               PRE -  Y  POS -  COLOMBINA

Paul Rivet dijo alguna vez: “No cabe duda de que las Culturas precolombinas, bárbaramente aniquiladas, dejaron múltiples y muy interesantes testimonios originales de arte”.
Respecto a la gran Cultura Andino Inka, es decir al Tawantinsuyu, hoy podemos afirmar que bajo formas de gobierno totalmente originales, reunieron bajo una misma dominación a cientos de pueblos diferentes. Un gobierno cuyo poder descansaba sobre cimientos de base sólida, a medida que evolucionaba como sociedad, también evolucionaba su cultura y su lengua, el Runa Simi o Inka Simi, más conocida como Quechua o Quichua.

Jesús Lara y tantos otros investigadores del pasado Inkayko, nos hablan de la literatura de estos pueblos y en la forma como fueron subestimadas, despreciadas, negadas y combatidas implacablemente en los primeros siglos de la conquista, conservándose hoy en forma fragmentaria, gracias al esfuerzo y la tarea muchas veces silenciosas de algunos sacerdotes católicos y avezados cronistas, que libre de prejuicios,  rescataron infinidad de testimonios de gran valor que prueban la existencia de esa  literatura.
Es verdad que en muchas oportunidades,  la poesía no pudo probar fehacientemente su neta filiación Inkayka, lamentablemente, debido a la destrucción sistemática de los nudillos de hilos de colores, conocidos como Kipus, método utilizado como una signografía, para el registro y mantenimiento de sus ciencias. Recordemos que todos los establecimientos de guarda de estos kipus o nudillos de colores, fueron destruidos arrasados y quemados implacablemente por los conquistadores de aquel entonces.

El primero que nos habla de la poesía Inkayka es el Inka Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales. Luego Juan Santa Cruz Pachakuti Salkamaywa, Felipe Wuaman Puma de Ayala, algunos otros cronistas y muchos curas católicos como el Padre José de Acosta y Martín de Murúa,  recogieron importantes testimonios anónimos, haciéndonos conocer que en algún determinado tiempo, alcanzó un alto nivel de su evolución.
Muchos investigadores del pasado Tawantinsuyano,  conocieron la importancia y la real existencia de esa literatura anónima,  y la difundieron en muchos de nuestros países sudamericanos y que luego trascendieron hacia otros continentes.
Es preciso recordar a José Sebastián Barranca que en Perú,  publicó el Ollantay en 1868. Carlos Molina Masey,  que en 1941 publicó en el diario La Prensa de Buenos Aires. El conocido Arqueólogo Peruano Luis E. Valcarcel en su Poesía Indoperuana publicó también en el Diario La Prensa de nuestro país  en 1944.
Sumaríamos a otros investigadores, escritores y poetas peruanos,  como Mario Benigno Farfán, Capero Muñoz, Ricardo Palma, etc. En Bolivia, a José Armando Méndez, Ismael Vazquez, José María Oñaleta y al mismo Jesús Lara. En nuestro país, a Vicente Fidel López, al Padre Miguel Angel Mossi, Ricardo Rojas y a Lafone Quevedo, etc.
 Volviendo a la poesía Kichua, recordemos lo que en los Comentarios Reales, Garcilaso nos entrega una estrofa de cuatro versos, aparentemente es un fragmento y que se desconoce la otra parte.
Son versos tetrasílabos  y trisílabos alternados.

Cayllallapi                   Al cantito       -----       Lo correcto es aquí cerquita.
Puñunki                         Dormirás     ------       Dormirás
Chaupi tuta                   Media noche ------     A media noche
Samusaj.                        Vendré.         ------     Yo vendré

El mismo Garcilaso nos cuenta que, no solamente se cultivaba en grupos privilegiados, si no que estaba difundido en vastas regiones del Tawantinsuyu.  Jesús Lara comenta en su libro que:
“Guaman Poma de Ayala  dice que en ocasiones de las grandes fiestas, los que asistían recitaban, cantaban y bailaban diferentes géneros regionales.
Otros cronistas afirman que,  cultivaban varios géneros poéticos y que no eran partidarios de las complicaciones métricas. Por supuesto que los accesorios  de la poesía española, no podían ser parte de estas composiciones,  ya que para estos eran totalmente desconocidas.”
Posiblemente los arawikus o poetas,  tomarían en cuenta el ritmo y la cadencia, ya que en nuestro idioma Kichua eso es propio y natural, como decía José María Arguedas  y el mismo Lara.

Aparentemente, los géneros mas difundidos eran los Jaillis, con carácter de himnos sagrados, recitables como el Arawi. El Wawaki, el Yaraví y el Taki  ( Takirari ),   además de recitables eran cantados y el primero podía ser dialogado.
El Wayno  o wuaynito  ( Huaynu), era quizás la expresión lírica mas completa, por lo que se interpretaba de tres formas artísticas: Música, canto y danza.
Veamos algunos ejemplos: En este caso, un Jailli dedicado al Dios Wirakocha recopilado por Cristóbal de Molina.



Tijsi Wiracocha                            Causa del ser Wirakocha
Qanlla kaylla Wirakocha,            Dios siempre presente,
Tukuypi kaj Apu.                           Juez que en todo está.
Wiracocha kamaj churaj,            Dios que gobierna y provee,
Qari kachun Warmi kachun         Que crea con solo decir
Nisparallaj ruaj.                           Sea hombre, sea mujer.

Veamos un fragmento de un Arawi tomado por Wuaman Puma de Ayala.

Sujllallay chinchirkuma                       Si fueras flor de chinchirkoma,
Kajtiykicha,                                          Hermosa mía,
Umayllapi, sonqorurullaypi,               En mi sien y en el vaso de mi corazón
Apaykachaykiman.                              Te llevaría.

Este Taki,  según Lara pertenece a la colección de Farfán.

Qanmi kanki sumaj tika,                    Hermosa flor eres tú,
Noqatajmi Turpu kishka ,                  Punzante espina soy yo,
Qammi kanki Kusi kausay,               Tu eres ventura hecha vida,
Noqatajmi llaki miray.                      Pesar que cunde soy yo.

Lamentablemente,  muchas antiguas poesías se perdieron durante la época de la Colonia.  Luego vendrían  las composiciones al estilo español,  aunque escritas en Runa Simi por conveniencia en su mayoría al Clero, pero ya no fue la misma.

Hace muchos años llegó a mis manos un poema anónimo que data de la época de la Colonia, titulado Anaj Pacha y traté de traducirlo aunque con imperfecciones porque la copia  tenía varias  alteraciones.

 Hanaj Pacha kusikuynin               Toda la alegría del cielo
Warankata muchaskayki                 Mil veces la besaré
Yupay ruru pukoj mallki                 Cuenta los frutos maduros
Runakunap suyakuynin                   Esperanza de los hombres
Kallpa anajpa qemikuynin              Que si me acerco  hacia ti
Wajiaskaypi rikurichun.                 Acudas a mi llamado
Niay ari huay muchasqayta            Pues, dime que si para besarla
Diuspa rampan Diuspa maman      La cercanía de Dios, Madre de Dios       
Yupa  tojtopaman kayman               Sería como la flor del maíz tostado
Yupaspalla kolpasqayta                  Contando  con mi esfuerzo
Wawakaman ayusqayta                  Hasta la Fiesta del Niño
Rikuchillay.                                     Muéstrame solo a mí.

Por supuesto que hay muchísimos poemas más de esa época. Quizás alguno leyó el MANCHAY PUYTU,  que entró en la leyenda a mediados del siglo XVIII.  Debido al factor tiempo no podemos extendernos sobre el tema.
                    LA POESÍA EN EL SIGLO XIX

A fines del Siglo XVIII, nace en Macha,  Juan Wallpa Rimachi Maita, más precisamente el  24 de junio de 1793. Cuenta la historia que este niño quedó huérfano en poco tiempo, y sus familiares lo cuidan y lo educan de acuerdo a la usanza aborigen. Andando el tiempo, aparece en la estancia del General Ascensión Padilla y Juana Azurduy.  Allí aprendió a leer y escribir,  y muy prontamente  se convierte en un gran poeta. En la Colección de Ismael Vasquez titulado Munakullaway, que luego publicó Jesús Lara,  aparece algo de su espléndida obra escritos en pentasílabos.  Veamos:
Munakullaway                     Ámame
Irpa urpila,                           Tierna paloma,
Mana manchaspa.                No temas nada.
Ñuqa qamrayku                  Pese al destino,
 Wañuy yachasaj,                 Yo te amaré
Qamta munaspa.                 Hasta la muerte.

                            KACHARPARI – DESPEDIDA
¿Cheqachu urpi                   ¿Cierto es paloma mía
Ripusaj ninki,                        Que te has de ir,
Karu llajtaman                      A un lugar lejano
Mana kutimoj?                     Para no retornar?

¿Pitan saqenki                    ¿ A quien has de dejar
Qampa tupupi                     En tu nidal,
Sinchi llakiypi                     Y en mi tristeza a quien
Asuykunaypaj?                   He de acudir?

Rinayki ñanta                      Enséñame el camino
Qawarichiay.                       Que has de tomar.
Ñauparisuspa                      Partiré antes que tú
Waqayniyllawan,                 Y con mis lágrimas,
Chajchumuskasaj               He de regar la tierra
Sarunaykita.                       Que has de pisar.

Es preciso recordar  que la Leyenda Ollantaytina,  un verdadero poema épico, interesó a grandes hombres Públicos como Vicente Fidel Lopez, Bartolomé Mitre, y otros.
                              LA POESÍA EN EL SIGLO XX

En el ámbito Twantinsuyano quiero citar a grandes poetas como Luis Cordero en Ecuador, a Humberto Huiza Oyola, José María Arguedas y tantos otros en el Perú.
En Bolivia, a manera de ejemplo al mismo Jesús Lara, Ismael Vazquez o Juan Díaz Villamil.

En nuestro país, tantos  pero tantos escritores, poetas, recopiladores, etc. llenaron páginas completas con literatura kichua o qechua,  muchas veces hibridando con el castellano.  Prácticamente a lo largo y ancho de nuestro país.
A principios del siglo XX;  Don Andrés Chazarreta recopila la danza La Arunguita en áreas parlantes kichuas de Sgo. Del Estero. El Dr. Ricardo Rojas recoge en El País de  La Selva el mismo fragmento que dice así:

Imapajmi niaranki                       Para que me dijiste
Qampajllami kapuskayki,            Que ibas a ser solo mía,
Sujta sujta munaspaqa                Queriendo unos a otros
Sonqoyta nanachianki.                 Lastimas mi corazón.

El Cancionero popular anónimo, en diferentes géneros, dentro del amplio campo del folklore recoge infinidad de obras que podemos encontrar las magnificas recopilaciones de los Doctores  Di’ Llullo  y  Domingo Bravo.

Qaranpuka nisa kara                     La iguana había dicho
Noqa rini tinkunakoj                     Yo me voy a juntar
Walu llojsis nisa kara                   Saliendo la tortuga dijo,
Noqa rini maqanakoj.                  Yo me voy a pelear.

Karu panpa sonqoykipi                 En tu corazón lejano
Munayniyta tarporani                   Mis amores yo sembré
Poqosqanta soqarinaaspa             Cuando fui a cosecharlos
Kishkanllata tarerani.                   Espinas nomás hallé.

En el año 1953 Don Antonio Sosa,  en Villa Atamishki  publica un poemario en sextillas al estilo Martín Fierro Titulado PALLASPA RISHKAS CHINKAJTA, en un Kichua urbano.
 Wajchaspa churin karani               Hijo de `pobre yo fui
 Wiñarani ancha usus,                    Y muy carecido crecí
Yarkaymanta mana puñus              De hambre sin poder dormir
Llijchaspami pensarani                   Despertándome pensé                                                  Supaypi yuyas churakus                  Recordando al mismo DiablPayta maskaj llojserani.                            A buscarlo yo salí.

En 1967, Enrique Ruiz Gerez,  publica un poemario titulado Ashpaymanta Imastikuna en la ciudad de Rosario donde vivía. Son cuartetas y sextillas en castellano hibridadas con voces Kichuas. En 1970,  aparece otro opúsculo del mismo autor con cuartetas que incluyen pocas voces castellanas como éstas.

 Ancha yuyaspa llajtayta                        De tanto recordar mi pago
 Llakikus kaypi kausani,                           Aquí vivo entristecido
Chayraykumi masisniyta                        Por eso a mis coterráneos
 Kay chaskit kachapukuni.                       Este mensaje les mando.

En 1969, Vicente Salto un gran poeta kichuista publica un opúsculo titulado PARA YAKU, En un Kichua puro y recojo este poema titulado HUAHUALAY.
 Huahualay sonqoy                  Hijita querida
Tarukitayniy                            Mi corsuelilla,
Amupay kaynaj                        Ven hacia mí
Soqarisqayki                           Que te levante
Chakisniypimi                         Que si te tengo
Apisuspami                             Puesta al regazo
Sonqoy uku kama                   Profundamente
Samakusajmi.                         Hallo descanso.

Es ampliamente conocida la poesía musicalizada de nuestro Sixto Palavecino.  Como ejemplo cito una cuarteta  que es un fragmento de sus tantas obras.
  Qarisitu naa atun kaspa                  Ya sintiéndome hombrecito
Mamaíta rimaporani                         Hablé a mi madre de ausencias
Pay mana mana nishqaptin               Ella quedó con sus ruegos
Llajtaymenta llojserani.                    Yo abandoné mi querencia.

Hay formas poéticas hasta en las adivinanzas que el folklore recoge. También en los saludos.
Podríamos continuar hablando de la poesía Kichua, pero el tiempo,  inexorablemente pasa. Lo cierto es que nuestro Idioma nativo embelleció miles de páginas en todo nuestra América. Aún hoy, infinidad de cultores continúan jerarquizando nuestra literatura como patrimonio cultural Tawantinsuyano.
Creo que muchos de ustedes colegas poetas, seguirán tachonando con brillantes composiciones el maravilloso cielo de la poesía, dándole cabida a infinidad de voces  de nuestro idioma nativo. Porque nuestro Quichua, Qechua, es decir nuestro Runa simi,  bien hablado es un verdadero poema. Como decía el Padre Miguel Angel Mossi.    Jesús Lara, alguna vez dijo esto sobre nuestro Idioma nativo.

Cada palabra es una imagen estilizada,
En cada frase hay una música esencial,
El color se halla dosificado en el
Como en los Valles floridos;
Es plástico y vigoroso como las montañas,
Fluido como los ríos,
Sonoro como los vientos
Ancho y suntuoso como el Tawantinsuyu.


                                    Aldo Leopoldo Tevez.

                           OBRAS  CONSULTADAS

LA  POESÍA  QUECHUA  - Jesús Lara.  Lito Ediciones Olimpia. 1947.   México.
LOS ORÍGENES DEL HOMBRE AMERICANO.   Paul Rivet.  1984.  México.
COMENTARIOS  REALES.   Inca Garcilaso de La Vega.  Editorial Plus Ultra.
                  1980 – Buenos Aires .
NUEVA CRÓNICA Y BUEN GOBIERNO.   Felipe Guaman Puma de Ayala.
                   Edición  John  Murra – Relena Adorno y Jorge L .Urioste. 1987. México.
EL PAÍS DE LA SELVA.   Ricardo Rojas – Imprenta La Estrella.  1966.  Bs. Aires.
VIVENCIAS DE MIS COTERRÁNEOS   – Enrique Ruiz Gerez.  1970.
                Talleres Gráficos Unión.   Rosario.  Prov. de Santa Fe.
PALLASPA CHINKAS RISCHKAJTA.  – José Antonio Sosa.  Villa Atamiszky. 
                Prov. de Santiago del Estero.
PARA YAKU.  -  Vicente J  Salto.  Imprenta Independencia. 1969, Sgo. del Estero. 

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